Retomando la exhortación del Papa Francisco a la conversión, con mayor insistencia a “aquellas personas que se encuentran lejanas de la gracia de Dios debido a su conducta de vida (…) en modo particular, los hombres y mujeres que pertenecen a algún grupo criminal” y en el contexto de la Fiesta de la Divina Misericordia, celebrada el segundo domingo de Pascua, los obispos de Popayán, Pasto, Tumaco, Guapi, Ipiales y Tierradentro, pidieron frenar “los eslabones de muerte del negocio de narcóticos”.
En un comunicado a la opinión pública, los prelados señalaron que “es tiempo propicio para cambiar de vida, paren el tráfico de armas, paren los procesos de corrupción a personas, a organizaciones sociales, instituciones del Estado, paren la deforestación y contaminación de la casa común, paren todos los atentados contra la vida de personas y de comunidades”.
A quienes hacen parte del negocio del narcotráfico, “negocio de la muerte”, recordaron que “la vida es un don sagrado de Dios” y ellos no pueden seguir “pensando que el dinero y las armas los autorizan para destruir vidas humanas y para destruir la casa común, promoviendo el cultivo, proceso químico, tráfico, micro tráfico, consumo, financiadores y así, dejar una herencia de muerte a las siguientes generaciones”.
Fuente: www.cec.org.co