La realidad de los jóvenes trabajadores en América Latina.
Cuando se habla del joven como la “sal del mundo” es claro que en el ámbito del mundo del trabajo se entiende al joven en un papel como actor de conservación del mundo y esta conservación está dada por la forma del trabajo que es un escenario de transformación para, a su vez, conservar el mundo para las futuras generaciones.
Sin embargo, hoy el joven y, en especial el latinoamericano, se encuentra en una situación muy compleja; al verse enfrentado no solo a los abruptos y rápidos cambios del mundo del trabajo, sino a la cada vez mayor precarización de sus condiciones de trabajo, llegando a tazas de desempleo del 18.3% en América Latina, la cual triplica la de desempleo de los adultos, sin contar con el 56% de informalidad promedio para la región.
La informalidad es sin duda uno de los graves problemas que enfrentan los trabajadores jóvenes, pues afecta no solo en el corto plazo los ingresos para su desarrollo personal y familiar, sino que en el mediano y largo plazo pone en riesgo la sostenibilidad financiera del Estado, pues la falta de previsión social implica que estos jóvenes que no tendrán a futuro una pensión o fueron precaria- mente atendidos en el sistema de salud se convertirán en los futuros ciudadanos que deberán ser atendidos por los sistemas de previsión social subsidiada a costa de recursos que podrían ser invertidos en desarrollo educativo, social o cultural del país.