Con el objetivo de conmemorar el centenario de las apariciones de la virgen a los niños Francisco, Jacinto y Lucía, y para canonizar a los dos primeros, que murieron siendo niños, el papa Francisco visita Portugal en calidad de “peregrino”.
El viaje durará 24 horas, sin pasar por la capital Lisboa. “El papa Francisco llega como peregrino”, explicó al País de España, António Marto, obispo de Leiria y responsable de la organización de la visita.
El Gobierno de Portugal ha establecido la Operación Fátima 2017, que fue lanzada el miércoles y que durará hasta el domingo a medianoche. Todos los días se movilizará a 6.000 miembros de las fuerzas del orden y de los servicios de rescate. El nivel de alerta de seguridad es "moderado".
Así mismo, se restableció el control fronterizo por cuatro días, se cerró el espacio aéreo y se ha blindado los accesos al santuario y las aldeas limítrofes.
Los diferentes accesos a la explanada del santuario son controlados y asistidos por varios grupos de policías, en medio de un clima con lluvias.
Las medidas son de máxima seguridad debido al recuerdo del 12 de mayo de 1982, fecha en que durante la visita de San Juan Pablo II un sacerdote español intentó atacar al papa con una bayoneta. Las medidas de seguridad son mayores que las desplegadas durante la vista en 2010 del papa Benedicto XVI, recibido en Fátima por 500.000 fieles.
Según la organización de la visita no ha especificado en el número de peregrinos que se espera, pero la plaza del santuario tiene 32.000 metros cuadrados de superficie, así que caben aproximadamente 300.000 y detrás de ellos otras 80.000 personas.
A través de un vídeo mensaje en portugués el papa pidió disculpas por no poder visitar otros lugares: “Sé bien que me queríais también en vuestras casas y comunidades, en vuestros pueblos y ciudades. Me gustaría aceptar, pero no me es posible”.
Fuente: https://www.cec.org.co