En la catequesis en español recuerda que si Jesús no hubiera resucitado sería solo un ejemplo de generosidad
(ZENIT – Ciudad del Vaticano, 19 Abr. 2017).- El papa Francisco realizó en este jornada ventosa de primavera en la plaza de San Pedro, otra audiencia de los miércoles, en donde entró con el papamóvil.
Antes de proseguir con la catequesis sobre el tema de la esperanza cristiana, relacionándola con la resurrección de Jesús, el Santo Padre saludó a los miles de peregrinos que lo esperaban en la plaza adornada con gran cantidad de flores con motivo de la Pascua. Ellos agitaban pañuelos y expresaban sus saludos con el entusiasmo que caracteriza a estos eventos, en particular a niños y ancianos, mientras una banda tocaba marchas varias.
En su resumen en español el sucesor de Pedro recordó que “nos encontramos hoy, en el contexto de la Pascua, que hemos celebrado y seguimos celebrándola en la liturgia. Cristo resucitado es nuestra esperanza. El cristianismo es un camino de fe que nace de un evento, testimoniado por los discípulos de Jesús. Como nos dice San Pablo: Cristo murió por nuestros pecados, fue sepultado, resucitó al tercer día y se apareció a Pedro y a los Doce”.
Precisó entretanto que “si todo hubiese terminado con la muerte de Jesús, sólo tendríamos en él un ejemplo de entrega y generosidad, pero no sería suficiente para generar nuestra fe, porque la fe nace en la mañana de Pascua”.
El Papa recordó que “San Pablo, al relatarnos la experiencia de las personas que han entrado en contacto con el Resucitado, hace referencia primero a Cefas, luego a los Doce, después a más de quinientas personas, a Santiago y por último se cita a sí mismo”.
“Jesús quiso salir al encuentro de Pablo, perseguidor de la Iglesia, cuando iba camino de Damasco, y para el Apóstol ese fue un acontecimiento que cambio su vida. También el Señor quiere hacerse presente en nuestras vidas para conquistarnos y no abandonarnos jamás”, indicó.
Y el Santo Padre precisó que “ser cristianos significa reconocer y abrazar el amor que Dios tiene por nosotros, que vence el pecado y la muerte”.
“Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los venidos de España y Latinoamérica”, dijo. Y concluyó: “Los invito a llevar a todos el gozo de la resurrección del Señor. Que podamos comunicar con nuestra vida que él está aquí y vive en medio de nosotros”.
Fuente: https://es.zenit.org