En los días primeros del año 2018 que Dios nos permite iniciar le damos gracias a Dios porque su misericordia es eterna su amor es eterno y nos da la vida para continuar realizando ese proyecto de amor y de felicidad en este tiempo de Gracia. El tiempo maravilloso de la Navidad que recuerda el Gran Misterio de Dios que sin dejar de ser el Eterno presente, se hizo uno de nosotros se hizo hombre, el misterio de la Encarnación que bellamente recuerda las fiestas decembrinas es un momento de Esplendor y de Luz, de igual manera celebramos Sagrada Familia y veneramos a la Santísima Virgen como la Madre de Dios. Estas fiestas de nuestra Fe, que se desprenden del Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios manifiestan la grandeza del amor de Dios que es familia de amor eterno y que quiso nacer en el seno de una Familia terrena, y a la vez que al darnos a María como Madre nuestra, como una mamá que se preocupa por todos r extendiendo el misterio de la maternidad Divina.
Esta experiencia espiritual nos lleva a corresponder de parte nuestra a ese gran amor de Dios, esforzándonos a iniciar una Vida Nueva dejando los errores atrás y levantando la cabeza para seguir adelante en nuestra vida cristiana. Seguramente estrenamos vestido el primero de Enero pues es necesario no solo colocarnos un nuevo traje material, nuestra alma también debe estrenarse en este año nuevo para que nuestras acciones pensamientos, palabras y conducta, reflejen que en verdad iniciamos un año nuevo vida nueva. Un feliz Año Nuevo en Jesucristo Nuestro Salvador y la Santísima Virgen María.
Luis Alberto Murcia Gualteros, Pbro
Fuente:Diócesis de Chiquinquirá