La única realidad necesaria para nuestra vida es el Amor. Dios es Amor. Él es la fuente del Amor. Él nos demostró su amor enviándonos a su propio Hijo.
Jesús nos invita a amarnos como Él nos ama. Hasta entregar la propia vida para que los demás vivan.
El amor se concretiza en el amor a los hermanos más necesitados, los desplazados, las víctimas de la violencia, los marginados.
“En el atardecer de nuestras vidas, seremos juzgados por el Amor"
(San Juan de la Cruz)
+Luis Felipe Sánchez Aponte
Obispo de la Diócesis de Chiquinquirá
Fuente: Diócesis de Chiquinquirá