Comunidades Religiosas, Diócesis de Chiquinquirá.
Ser Religioso hoy supone una valentía, la de encarnar el mismo estilo de vida de Jesús de Nazaret en un ambiente de notable indiferencia religiosa.
La vocación a la vida Religiosa supone una invitación a un seguimiento incondicional a Cristo, con una misión específica en coherencia con un carisma. Es un modo de vivir de quien se consagra a Dios y al servicio de la Iglesia.
La consagración religiosa radica en la consagración bautismal: la asume más conscientemente, la realiza más plenamente y se compromete a su perfección cristiana
En toda consagración, Cristo es quien consagra y en El somos consagrados al Padre y dedicados a una misión religiosa especifica de vida en la que algunos fieles dedican totalmente a Dios toda su vida, siguiendo más de cerca a Cristo bajo la acción del Espíritu Santo, mediante la profesión de los consejos evangélicos, expresados en la libre acogida de los correspondientes votos o vínculos sagrados de pobreza, castidad y obediencia a fin de conseguir la gloria de Dios, la edificación de la Iglesia y la salvación del mundo, llevando a la practica la perfección de la caridad en el servicio al Reino de Dios, siendo signo preclaro de la Iglesia y preanunciando el mundo futuro.
La Diócesis de Chiquinquirá invita a todos los jóvenes interesados en consagrar su vida de este modo particular a Dios para que se acerquen a las diferentes comunidades religiosas y así poder iniciar este hermoso y arduo caminar en aras a la propagación del Reino de Dios en un mundo como ya lo expresamos anteriormente de tanta indiferencia religiosa.