+Luis Felipe Sánchez Aponte, Obispo de la Diócesis de Chiquinquirá.
La Palabra de Dios nos invita a renovar nuestra confianza en Dios y en su providencia amorosa, aún en medio de las dificultades, e incluso persecuciones, que puedan sobrevenir a causa de nuestra fe y de nuestra opción fundamental por Cristo.
Cuando decididos radicalmente seguir a Jesucristo puede ser que seamos incomprendidos, despreciados o hasta perseguidos a muerte. En tales circunstancias no podemos perder el ánimo. Deben seguir resonando en nuestros corazones las palabras de Jesús: “no tengan miedo”. El temor no debe bloquearnos ni impedirnos que sigamos “pregonando desde las azoteas” el mensaje liberador del Señor, que es una propuesta de vida y justicia para construir la paz.
En una sociedad confundida por la deshonestidad, la falta de transparencia y el miedo, necesita de personas de fe, capaces de ser testigos de la verdad y del mensaje de Jesús. Hoy el mundo necesita de discípulos misioneros fieles capaces de dar testimonio a través de su propia vida e incluso con el martirio.