(ZENIT – Ciudad del Vaticano, 26 Abr. 2017).- El santo padre Francisco inició la audiencia de este miércoles retomando el tema de la esperanza cristiana, recordó que entre los símbolos cristianos de la esperanza está el ancla porque que Dios nos está cerca, y debemos estar anclados en él. Porque camina a nuestro lado y no permanece indiferente, sino que está lleno de amor y ternura por cada uno de nosotros.
El Pontífice llegó en el jeep descubierto y cruzó los diversos pasillos de la plaza saludando a los presentes, que le aguardaban agitando pañuelos, y con diversas expresiones de cariño. El Santo Padre hizo subir a algunos niños al vehículo que se detuvo veces para saludar y bendecir en particular a los bebes y ancianos.
En el resumen de la catequesis de hoy, que el Pontífice realizó en idioma español, indicó que “las palabras del Evangelio de san Mateo que acabamos de escuchar nos aseguran que nuestro Dios es un Dios cercano, que camina a nuestro lado. No es un Dios lejano e indiferente, sino lleno de amor y de ternura por cada hombre y mujer”.
“A diferencia de nosotros, hábiles en arruinar vínculos y derribar puentes, Dios permanece fiel, nunca nos deja solos, sino que camina siempre a nuestro lado, aun cuando nos olvidáramos de él. La existencia de todo ser humano es un camino, una peregrinación”, señaló el Papa.
Recordó también que “la Sagrada Escritura está llena de historias de peregrinos y viajeros, como la de Abraham que, siguiendo la voz del Señor, abandonó su tierra para ir al encuentro de Dios”.
“En el camino de la vida –prosiguió el Papa– nadie está solo, y para nosotros los cristianos, esta certeza es aún más fuerte, pues las palabras de Jesús: «Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo», nos aseguran que él nos cuida y nos acompaña siempre”.
Y señaló que “entre los símbolos cristianos de la esperanza está el ancla, que evidencia cómo la esperanza cristiana no sea un sentimiento indefinido que quisiera mejorar el mundo con la propia fuerza de voluntad, sino la seguridad en lo que Dios nos ha prometido y realizado en Jesús”.
El Pontífice concluyó saludando a los peregrinos de idioma español, “en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica”. Y les deseó “que en este tiempo pascual la contemplación de Jesús resucitado, que ha vencido a la muerte y vive para siempre, nos ayude a sentirnos acompañados por su amor y por su presencia vivificante, aún en los momentos más difíciles de nuestra vida”.
Fuente: https://es.zenit.org