16 de septiembre, 2020 | Comunicación Social | Mons. Luis Felipe Sánchez
En esta Parábola Jesús nos da una lección de la generosidad de Dios. Dios no premia sólo conforme a nuestros méritos sino según su infinita bondad.
La Salvación de Dios es siempre gratuita. Dios salva a la humanidad no tanto por justicia sino por su infinito amor.
En los planes de Dios siempre hay una hora para cada uno. Es la hora de la gracia, la santidad, el apostolado. Respondamos al llamado de Dios a trabajar en la Iglesia para construir entre todos el Reinado de Dios.
+ Luis Felipe Sánchez Aponte.
Fuente: www.diocesisdechiquinquira.org