4 de junio, 2020 | Comunicación social | Papa Francisco
Después de más de dos meses y medio de cierre debido a la emergencia sanitaria, se reanuda en el corazón del Vaticano la atención médica en apoyo de las familias necesitadas. Observando todas las precauciones necesarias desde el 3 de junio, vuelven a ofrecerse los servicios dirigidos en particular a los niños y las mujeres embarazadas
Eugenio Bonanata - Ciudad del Vaticano
"En unos días todo volverá a ser todo casi como antes." lo reiteran los operadores del Dispensario Pediátrico de Santa Marta en relación con la reapertura, destacando la importancia de los servicios ofrecidos a las familias necesitadas, especialmente en esta fase de convivencia con el virus. "El Dispensario debe ofrecer necesariamente una señal de presencia", afirma la voluntaria Valentina Giacometti. "Estamos cerca de aquellos que actualmente experimentan las mayores dificultades económicas y sociales".
Madres de todo el mundo vienen a esta institución, que forma parte de las actividades de la Limosinería Apostólica. Y si en los últimos meses sólo se ha podido prestar asistencia por teléfono, a partir de ahora se regulará el acceso para evitar las concentraciones masivas. En particular, la organización se basa en las llamadas telefónicas para concertar citas, de modo que no todas las personas lleguen al mismo tiempo.
¿La mayor dificultad? Para Valentina es sin duda la de no poder abrazar físicamente a los niños. "Pero no importa", añade, "aprenderemos a comunicarnos con la mirada incluso a través de las mascarillas". Las razones sanitarias requieren la adopción de nuevos comportamientos, aunque a veces con pesar cuando se trata de niños. Nada, sin embargo, puede afectar esa calidez familiar y la atmósfera lúdica que siempre han caracterizado este entorno en el que los médicos especialistas acompañan a las madres y a los niños durante todo su crecimiento.
El servicio "Una cuna para ti" continúa en los ambientes de la planta baja para acompañar a las mujeres embarazadas hasta la sala de partos. A la entrada del Dispensario, tan pronto como se cruza la entrada del Vaticano del 'Perugino', el floreciente jardín es un claro mensaje de bienvenida. Como siempre, el emblema del Dispensario destaca en la puerta: la imagen de la Sagrada Familia. "Le rezamos constantemente - dice Valentina - para que pueda proteger a las familias que encontramos en nuestras actividades".
Se presta especial atención a las personas que no tienen la tarjeta del Servicio Sanitario Nacional. "La especificidad del Dispensario -señala Valentina- es proporcionar asistencia médica especialmente a los que no la tienen en el territorio italiano". Muy a menudo las familias llegan gracias al boca a boca y en el marco de la red de las parroquias. Pero para una primera entrevista y una cita basta conectarse a la página web www.dispensariosantamarta.va y hacer una llamada al número 06/69884906.