12 de mayo, 2020 | Comunicación social | Mons. Luis Felipe Sánchez Aponte
Estando Jesús cerca de su pasión se olvida de su propia angustia para dedicarse a sus discípulos y expresarles su misericordia y su compasión.
Jesús quiere reparar esa orfandad invitándolos a que se amen unos a otros. En estos tiempos para invitarnos a la solidaridad con los más pobres y necesitados. Además, nos garantiza la presencia del Espíritu Santo como un Don del Padre y para que guiados por Él nos encontremos con Cristo y lo amemos en cada uno de nuestros Hermanos.
Qué fortuna tenemos nosotros los católicos de no ser huérfanos de Madre. Permitamos que Ella nos acompañe en la oración para recibir el Don del Espíritu Santo.
+Luis Felipe Sánchez Aponte
Obispo de Chiquinquirá
Fuente: www.diocesisdechiquinquira.org