11 de septiembre, 2020 | Comunicación social | Mons. Luis Felipe Sánchez
Perdonar no es fácil. Sólo lo viven las familias que le han secuestrado un ser querido, la violación de una hija…Los primeros sentimientos que afloran son de venganza. Esto genera un espiral de violencia que lesiona a más personas.
Es necesario buscar el camino del perdón. El resentimiento de odio me autodestruye. La herida se agrava. El que no perdona se sigue haciendo daño a sí mismo.
Permitamos a Dios que Él reconstruya una vida nueva en mí. Descubramos el perdón de Cristo en la Cruz. Sintámonos perdonados por Dios que es Amor y perdonemos a los demás. Demos perdón y recibiremos Paz.
+Luis Felipe Sánchez Aponte
Fuente: www.diocesisdechiquinquira.org