21 de octubre, 2020 | Administrador | Voz del Pastor, Mons. Luis Felipe Sánchez
Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y a tu prójimo como a ti mismo.
Estos dos mandamientos sostienen toda Ley.
La Ley entera y los profetas dependen del doble mandamiento del amor a Dios y al prójimo. Este amor excluye toda interpretación y toda aplicación concreta de las prescripciones de la Ley que le sean contrarias. El amor a Dios y al prójimo es el criterio último de la conducta conforme a la voluntad de Dios. Y se aplica siempre en toda circunstancia, sin excepción
Fuente: www.diocesisdechiquinquira.org