24 de septiembre, 2020 | Administrador | Mons. Luis Felipe Sánchez.
En esta escena del Evangelio, Jesús se dirige a los Sumos Sacerdotes y Ancianos de Jerusalén que se creían buenos y que no necesitaban de la conversión como los pecadores y las prostitutas.
Es el tiempo de recapacitar. De darnos cuenta que muchas veces convertimos nuestra fe en solas palabras como el hijo que le dijo al padre sí y después no fue a trabajar a la finca. Démonos la oportunidad de estar cerca del Reinado de Dios acogiendo el llamado a la conversión.
Jesús coloca a los pecadores y prostitutas delante de nosotros en el Reino de los cielos no por los pecados cometidos ya que el pecado siempre será un separase de Dios sino porque acogieron el llamado a la conversión.
+ Luis Felipe Sánchez Aponte
Fuente: www.diocesisdechiquinquira.org