Los próximos comicios que tendrán lugar el domingo 11 de Marzo del presente año son una oportunidad para dar juntos un paso más hacia la construcción de un nuevo país, recordando que Colombia necesita la participación de todos para la consolidación de la Paz con justicia social. Así, lo expresó el Papa Francisco: “vengo a Colombia a compartir el don de la Fe para que con mucha Esperanza se puedan superar las numerosas dificultades del camino y construir un País que sea Patria y Casa para todos”.
Surge a la vista la inquietud ante esta realidad de la democracia, saber por quién votar cuando se ha perdido la credibilidad en la política, cuando estamos cansados de tantas promesas, de tanta palabrería y de mucho discurso que hace difícil constatar la coherencia entre lo que se dice o lo que se hace.
El Santo Padre en su visita a Colombia era muy consciente de esta realidad que vivimos: “hay densas tinieblas que amenazan a la sociedad. Las tinieblas de la injusticia y de la inequidad social; las tinieblas corruptoras de los intereses personales o grupales; las tinieblas del irrespeto por la vida humana; las tinieblas de la sed de venganzas y del odio”.
En este escenario polarizado, dividido y desconcertante no podemos perder la Esperanza. La voz de la Iglesia católica es clara: elijamos conscientemente la honradez por encima de la corrupción, la verdad frente a la mentira, la libertad y la democracia frente a la manipulación de los que tienen intereses particulares, el Bien Común por encima del egoísmo reinante.
Uno de los criterios para estas elecciones es involucrarnos todos en el proceso electoral para derrotar la indiferencia y el abstencionismo. La Iglesia católica no tiene ni avala un partido político o un determinado candidato pero sí invita a todos los fieles a involucrarse en la política participando en el debate democrático con mucha responsabilidad.
Para dar un voto consciente, responsable y libre tenemos que llegar a la convicción moral de que la persona, el proyecto político y el equipo de trabajo que se eligen realmente aportarán a la paz y al bienestar de todos los colombianos. Tenemos que lograr que en las próximas elecciones y las campañas que las preceden se promuevan en el respeto a la persona humana, que no haya ataque entre los candidatos sino diálogo y creatividad política que tanto necesita el país en este momento.
Tenemos que afrontar entre todos los retos que nos plantea situación actual de Colombia a fin de que iluminados con la luz del Evangelio y de los principios de la Doctrina Social de Iglesia construyamos juntos la Nación que soñamos. Sobre este particular, el Papa Francisco nos recordaba: “La Palabra de Jesús tiene algo especial que no deja indiferente a nadie; su Palabra tiene poder para convertir corazones, cambiar planes y proyectos. Jesús nos invita a ir mar adentro, nos impulsa al riesgo compartido, a no tener miedo porque estamos juntos, a dejar nuestros egoísmos y a seguirlo para ser constructores de la Paz y Promotores de la Vida”.
Colombia necesita ser gobernada por personas íntegras, honestas, dignas, competentes, que se preocupen por la salvaguarda de la Casa Común. Apoyemos con nuestro voto, siguiendo las enseñanzas de la Iglesia, a quienes defiendan la dignidad de la persona humana, la vida en todas sus etapas, la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, el derecho primario de los padres en la educación de sus hijos, la libertad religiosa y el cuidado por el medio ambiente.
Conscientes de que la dimensión espiritual es necesaria para la construcción integral de un Pueblo, oremos a Dios que guía y orienta la Historia y coloquemos a todos los candidatos y las candidatas bajo el manto protector de Nuestra Patrona y Reina de Colombia.
“El hombre nunca puede estar separado de Dios,
Y la política nunca debe estar separada de la Ética y la Moral”
(Santo Tomás Moro)
+Luis Felipe Sánchez Aponte
Obispo de la Diócesis de Chiquinquirá
Fuente: Diócesis de Chiquinquirá